Puesto de rosas. Las había de todas las formas, tamaños, materiales y colores...¡incluso rojas!
Aprovechando la tradición, y al coincidir con el día del Libro, las librerías de la ciudad aprovechan para salir a la calle y poner puestos que se suman a los de venta de rosas. Como es de esperar, el centro reúne con diferencia la mayor densidad de tenderetes. Escritores de renombre, políticos, candidatos a presidir el Barça, famosos porque sí, etc, firman sus libros en algunos de ellos. Esto no es un rasgo demasiado particular, y también se hace en Madrid, Ponferrada y un montón de sitios más, pero aquí tiene más renombre.
Teniendo en cuenta todo esto, es de esperar que una zona de por sí concurrida el resto del tiempo entre turistas y ciudadanos se pete de gente hasta límites inimaginables. Y esto nos conduce a la pregunta...¿qué carallo lleva a una persona con un trastorno de la personalidad por evitación de manual a meterse en la boca del lobo? ¿Curiosidad por ver cómo vive Barcelona uno de sus días más celebrados? ¿Masoquismo? ¿Estupidez? Pues probablemente un poco de las tres cosas.
Lo cierto es que, de paso, aprovechaba para darme un último respiro antes de un fin de semana letal programando sin descanso hasta el lunes, día en que tuvimos la entrega de gameplay del máster (SPAM, SPAM, SPAM, lovely SPAAAM: Aquí van los binarios, por si alguien se anima a hacer de tester o aportar sugerencias. Necesitaréis el System Software de PhysX para correrlo http://once-upon-a-night.googlecode.com/files/Release0_21.zip ). Sin embargo, me salió el tiro por la culata como de costumbre y terminé el día con ganas de matar a todos los humanos (sabias palabras las de Bender)
La ruta la comencé en el cruce de la Rambla de Catalunya con Diagonal, que según mi compañera de piso estaría más algo más transitable que la zona cercana a la Plaça Catalunya. Todo mentira. O no: lo cierto es que no me atreví a llegar a la plaza y en cuanto llegué al cruce con la Gran Vía (tampoco me explico cómo pude aguantar tanto) salí por patas en dirección al Passeig de Gràcia.
Esto es lo más despejado que vi en toda la tarde
Normalmente un trayecto que se recorre en 15-20 minutos me llevó hora y pico laaaaaaarga, durante la cual me dediqué principalmente a concebir métodos de exterminio masivo de la humanidad. Tenía la intención de comprarle un libro a mi hermano en algún tenderete, pero pronto desistí de encontrarlo en los puestos (por cada puesto de libros al que conseguía acercarme tenía que pasar de largo otros diez debido al tumulto) y decidí que iría a alguna librería más tarde, pensando (equivocadamente, por supuesto) que como todo el mundo estaba fuera dentro de las tiendas habría menos gente.
Esto conduce a la pregunta que muchos os estaréis planteando, y que yo misma también me repetí antes incluso de llegar allí: ¿qué necesidad hay, si puedes comprar libros casi cualquier día del año? En realidad ninguna, pero terminé cayendo en el dicho popular "¿Dónde va Vicente? Donde va la gente". Sin duda, aquí podríamos debatir acerca del uso de las tradiciones típicas como pretexto para convertirlas en días para mayor deleite y regocijo de los centros comerciales.
Gente, más gente, una mica mès de gente...
En particular, me tocaron las narices los padres llevando a los críos (bueno, reconozco que en general me tocan las narices los críos, es lo que conlleva el ser una anomalía evolutiva y carecer del instinto de preservación de la especie). Entiendo el significado y la relevancia del día, pero...¿¿¿Están locos o qué??? A ver, los ninios se cansan rápido, dan por culo y son pequeños. Lo último que se me ocurriría es meterlos en una zona donde no apenas se ve una mierda a un metro de distancia de la cantidad de gente que hay, y donde a poco que no mires al suelo (cosa bastante frecuente si tratas de avistar algún puesto, o el más mínimo claro entre el que colarte para ganar un par de metros) te los llevas por delante o te atropella un carrito. Eso sin contar con que hubiera cualquier tipo de problema y hubiera que salir rápidamente de allí: una estampida de bisontes sería menos peligrosa. Pues nada, críos caminando, críos en carricoche, etcétera, etcétera. En más de un caso, el viernes se asentaron las bases para traumatizar alguna tierna infancia.
Y así toda la tarde, "hoygan"
Como dije antes, una vez me las arreglé para salir de esa Highway to Hell en que se habían convertido las Ramblas me fui hasta la casa del Libro con la esperanza de que estuviera menos concurrido. ¿El resultado? Media hora para encontrar el libro para mi hermano (y buscar sin éxito la versión de bolsillo de Tormenta de Espadas), y cuarenta minutos haciendo cola :D
Para colmo, al salir de aquel antro de perdición empezó a llover, lo que presagiaba lo peor: ¡¡PARAGUAS!! Echando cuentas, si un fulano usando paraguas da por culo, 1580427029570287 fulanos con paraguas hacen que Vietnam parezca un jardín de infancia. Total, que salí pitando hacia el metro, saqué del bolso el primer tomo de Choque de Reyes, y me dispuse a olvidar tan aciaga tarde.
A modo de curiosidad, este pub se encuentra en el cruce entre Gran Vía y la Rambla. ¿Cómo le dicen...?¿cómo se llama...?
Me ha fastidiado porque con un par de millones (veinte o treinta según la cope y la comunidad de Madrid) menos de transeúntes me habría gustado bastante el paseo, dejando de lado las connotaciones materialistas y comerciales. Por desgracia, en estas condiciones he de decir..."nunca mais". (/me se acurruca en posición fetal mientras rodea sus rodillas con los brazos)
PD: Del 6 al 9 de mayo se celebra por estos lares el salón del Cómic. Seguro que está petado, pero es otra de esas mecas para todo friki que se precie que todavía no he podido visitar. Madrilenyos, madrilenyes, resto del mundo...¿os animáis alguno?
PD 2: Siento lo borroso de las fotos, están hechas con el móvil y en movimiento (a ver quién es el guapo que se queda quieto ahí, corre el riesgo de terminar aplastado)
Cuando odio a la humanidad rezuma este post xDDD.
ResponderEliminarMe alegro de ver mas post aparte de los mios ^^.